El proyecto de agua potable Pesillo – Imbabura afina los últimos detalles para su administración y comienzo de operaciones.
Uno de los proyectos más ambiciosos de agua potable del Ecuador, con más de 160 kilómetros de tubería y una inversión que supera los $50 millones, está a punto de entrar en funcionamiento, luego de varias décadas de espera por parte de cientos de comunidades rurales de Imbabura y Pichincha.
“Este proyecto recibe el agua de tres vertientes del nevado Cayambe. El agua de estas tres vertientes se acumula en la laguna San Marcos, la cual, a través de un túnel, llega a una planta de tratamiento, donde se hace la potabilización y se distribuye a las comunidades”, expuso, en su momento, Vicentes Gonzales, gerente del proyecto Pesillo-Imbabura.
Creación de la empresa pública comunitaria
A mediados de mayo de 2025 se aprobó el estatuto de creación de la empresa pública que va a manejar la distribución de agua potable que llegará a alrededor de 200 comunidades rurales y zonas urbanas, un paso determinante para iniciar las operaciones, una vez que las obras físicas entraron en etapa final de entrega.
Álvaro Castillo, presidente de la Mancomunidad Pesillo-Imbabura y alcalde de Ibarra, señaló que 40 delegados de juntas de agua, más los alcaldes y alcaldesas de cinco cantones que son parte del proyecto, aprobaron los estatutos para dar vida a la empresa pública y comunitaria que se encargará del manejo del sistema.
“Se creó un ente que involucra a todos, porque Ibarra no puede manejar el agua, por ejemplo, ni de Tabacundo ni de Cayambe, en Pichincha; ni ellos acá tampoco. Hasta poner en marcha todo esto me toca presidir, aunque es un tema complicado. Es una empresa que nace sin dinero, sin un solo dólar y que nos toca buscar la manera de ir potenciando”, mencionó.
Según Castillo, el proyecto, en cuanto a infraestructura, está ya terminado, por lo que tras su respectiva entrega quedará en manos de la empresa pública naciente. Sin embargo, aseguró que una parte fundamental, tras esta etapa, la tienen que cumplir los gobiernos locales, encargados de la inversión para completar la interconexión de sus respectivos sistemas de agua potable actuales para poder abastecerse con Pesillo – Imbabura.
“Constructivamente me parece que está ya firmándose a finales del mes siguiente (junio de 2025) el acta de recepción definitiva. Y es la empresa pública la que tiene que hacerse cargo, siempre y cuando los gobiernos locales terminen de construir las interconexiones. Para esto hago un llamado a todos los colegas alcaldes. Algunos han avanzado, pero otros menos. Estimo que hasta finales de año deberían estar ya todos listos para arrancar oficialmente con el funcionamiento del proyecto”, dijo.
Castillo enfatizó en que es responsabilidad de cada municipio y junta de agua que vaya a captar agua del proyecto Pesillo – Imbabura, construir líneas de conducción, tuberías, tanques de reserva, entre otros, para iniciar con las operaciones de abastecimiento de agua.
Un proyecto esperado por más de 30 años
El proyecto Pesillo – Imbabura es impulsado desde hace 30 años, a través de una lucha social de las comunidades involucradas, para alcanzar el financiamiento y la ejecución.
El primer contrato para levantar el proyecto se firmó en enero de 2017, con un tiempo estimado de 24 meses, pero hasta mayo de 2025 todavía no ha podido entrar en funcionamiento.
En su momento, Castillo mencionó que uno de los principales problemas que causó retrasos en la construcción, tuvo que ver con las expropiaciones de terrenos por donde pasa la tubería. En ciertos sectores, sobre todo rurales, se encontraban con que los comuneros no tenían escrituras, por lo que primero fue necesario legalizar esos predios para luego tramitar la expropiación.
NOTICIA DE LAHORA.COM.EC