Miles de personas se unieron en un solo grito en la plaza de San Pedro del Vaticano cuando observaron que salió humo blanco desde la chimenea de la Capilla Sixtina. Eso significa que ya hay un nuevo papa que sucederá a Francisco.
Unas 11 000 personas se congregaron para ver la segunda fumata del cónclave.
Alrededor del mundo también hubo algarabía. La muchedumbre, entre fieles, peregrinos y muchos curiosos y turistas de paso por Roma, se concentraron en la plaza vaticana, la de Pío XII, que la precede, y la Vía de la Conciliación, en un área controlado por un fuerte protocolo de seguridad.
Seguían con interés la decisión tomada por los 133 cardenales que votaron por un nuevo pontifíce desde la tarde de ayer miércoles.
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